EEUU: PROMOVIENDO EL TRATAMIENTO DE LA ENFERMEDAD MENTAL EN ATENCIÓN PRIMARIA

30 Sep 2008

Según la Organización Mundial de la Salud, cerca del 40% de las personas que sufren trastorno mental acuden inicialmente a los servicios de Atención Primaria. Sin embargo, más de la mitad no llega a recibir un tratamiento adecuado a su problema. Además, un informe reciente de Mental Health America señala que las personas que sufren enfermedad mental grave mueren de manera prematura una media de 25 años antes, subrayando la urgente necesidad de buscar medidas para paliar las barreras de acceso de la población a los servicios de atención en salud mental.

 

En este sentido, actualmente una de las recomendaciones de la OMS se centra en promover la integración del tratamiento en salud mental en los servicios de Atención Primaria. La incorporación de especialistas en salud mental en estos centros supone importantes ventajas y beneficios para los Sistemas Nacionales de Salud, ya que aumenta la satisfacción del paciente y del personal sanitario; reduce los costes y los tiempos de espera; produce una mayor mejoría clínica y preserva las capacidades funcionales del paciente al tratar la enfermedad de manera temprana; mejora la adherencia al tratamiento; y reduce el estigma asociado a la enfermedad mental.

Éstas y otras razones han facilitado que en EEUU se haya iniciado un proceso de reforma de la política en salud mental, sumándose de esta manera a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y a los avances que se están produciendo en numerosos países como Reino Unido o Australia, entre otros.

La prestigiosa organización estadounidense, Mental Health America (también conocida como National Mental Health Association), ha sido la encargada de la elaboración de un informe sobre la eliminación de barreras para el acceso a los servicios de salud mental. El estudio, que se inició en 2005, ha sido subvencionado por importantes instituciones del país como Substance Abuse and Mental Health Services Administration (SAMHSA) y Health Resources and Services Administration (HRSA), con el objetivo de instar a los departamentos de salud de los diferentes estados a que formulen políticas de salud mental acordes con estas recomendaciones.

Las conclusiones de su análisis sobre las dificultades para el acceso a tratamiento en salud mental en EEUU se han dado a conocer recientemente a través del informe titulado Reimbursement of Mental Health Services in Primary Care Setting. En el mismo, también se detallan algunas propuestas para incorporar prácticas basadas en la evidencia que se puedan implementar en los centros de Atención Primaria, así como otras alternativas para mejorar el acceso al tratamiento en salud mental, entre las que se incluyen la incorporación de la telemedicina, la creación de centros de salud escolares (School-based Health Centers) o la colaboración de otros profesionales sanitarios, como los psicólogos.

Las primeras líneas de acción que se han delimitado en la propuesta subrayan los siguientes aspectos:

1. Clarificación: Mejorar y definir las políticas y servicios en materia de salud mental y dar a conocer estas aclaraciones a todos los agentes implicados (profesionales sanitarios, pacientes, departamentos de salud, organizaciones, etc.).

2. Colaboración: Fomentar y reforzar la colaboración entre el departamento de sanidad y otros organismos que puedan proporcionar un apoyo en el tratamiento de la enfermedad mental en los servicios de Atención Primaria (entre los que se incluyen los profesionales de la Psicología), mediante la elaboración de líneas de actuación comunes, definición de responsabilidades, asignación de tareas específicas, etc.

3. Asistencia técnica y formación: Crear una base de datos que sea accesible a nivel nacional y estatal, y que contenga información fiable y consistente sobre «buenas prácticas», material y guías de evaluación e intervención, indicadores de evaluación, etc.

4. Apoyo de servicios adicionales: Aprobar y autorizar la inclusión de servicios adicionales al sistema sanitario público, que amplíen la cobertura de la población que accede a tratamiento en salud mental.

Así, este proyecto supone una importante revisión del sistema de salud estadounidense y una apuesta firme por la incorporación de especialistas de salud mental en Atención Primaria.

Los centros de Atención Primaria son la principal puerta de entrada de las personas que sufren trastornos mentales, por lo que ofrecen una valiosa oportunidad para identificar y tratar de manera temprana estos problemas médicos, lo que redunda directamente en una disminución del sufrimiento del paciente, de la sobrecarga familiar y de los costes sanitarios. Según la OMS, los psicólogos deben formar parte de los equipos de salud mental ya que son los más capacitados para tratar los problemas de naturaleza psicológica.

Para consultar el informe original pincha aquí.

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