PROPIEDADES PSICOMÉTRICAS DE LA ESCALA HOSPITALARIA DE ANSIEDAD Y ESTRÉS (HAD) EN POBLACIÓN ESPAÑOLA

3 Nov 2008

Mª Carmen Terol Cantero

Universidad Miguel Hernández

La Escala Hospitalaria de Ansiedad y Depresión (HAD), de A. S. Zigmond y R. P. Snaith, R.P. (1983) es uno de los instrumentos más utilizados para evaluar ansiedad y depresión en enfermos físicos y mentales, y también en población general. Con esta escala se han registrado las respuestas emocionales de ansiedad y depresión en amplias muestras de población sana adolescente, de estudiantes universitarios, de adultos y personas de tercera edad.

 

El interés que ha tenido esta escala en la literatura está fundamentada por tres razones: 1) su brevedad y facilidad para aplicarlo en el ámbito comunitario y en población diversa, 2) su adecuación para administrarlo a enfermos físicos cuya sintomatología puede «confundir» el diagnóstico de síntomas de ansiedad y depresión, y, 3) su capacidad de screening o diagnóstico, que además, diferencia entre sí uno ú otro tipo de síntomas. Sin embargo, respecto de este último aspecto se debaten dos cuestiones: la primera de ellas, plantea si es posible mantener la diferencia entre respuestas de ansiedad y depresión o, quizá, es mejor optar por una evaluación global de la escala, que refleje la coexistencia real de los síntomas depresivos y ansiosos en un síndrome común de distrés psicológico. La segunda cuestión se centra en posibilitar el uso de criterios unánimes de diagnóstico o puntos de corte que sirvan de screening para identificar de un modo rápido y sencillo una patología emocional, que precisa derivar a evaluación clínica y posible tratamiento.

Fruto de esta polémica respecto del instrumento que nos ocupa, surgió nuestro interés por revisar el funcionamiento del HAD en población española sana, comprobando las cuestiones mencionadas y objeto de controversia en la literatura revisada.

 

Con la participación de más de 300 estudiantes y otros 182 adultos de edad media en torno a 49 años, recogimos información de sus respuestas emocionales administrándoles el HAD y otros instrumentos de ansiedad, como son el STAI (State-Trait Anxiety Inventory) de Spielberger y colaboradores (1970), el ISRA (Inventario de Situaciones y Respuestas de Ansiedad) de Tobal y Cano (1988) y de depresión, como el SDS (Selt-Rating Depression) de Zung (1965), cuyas eficacias diagnósticas están ampliamente fundamentadas en la literatura y que sirvieron como validez de criterio en la comprobación del funcionamiento del HAD.

En este estudio encontramos que tanto en sus subescalas de ansiedad y depresión, como en la escala global, el HAD se mostraba como un instrumento de elevada fiabilidad y validez. Sin embargo, aunque era posible utilizar puntos de corte independientes para el diagnóstico diferencial de ansiedad y depresión, las elevadas relaciones entre estas respuestas emocionales apuntan hacía un uso más operativo de la escala con puntos de corte globales para un diagnóstico de distrés psicológico«. Este resultado además es casi incuestionable en el caso de la población adulta, en la que puntuaciones de la escala total entre 13 y 15 podrían identificar con cierto rigor los «casos probables» y susceptibles de valoración clínica más exhaustiva y posible intervención.

En el caso de la muestra de estudiantes, sin embargo, sería necesario contrastar los resultados de los puntos de corte de las subescalas y de la escala global, lo que indica que la aplicación de este instrumento debe seguir siendo revisada entre diferentes muestras. Una razón para ello, es la necesidad de comprobar la funcionalidad del HAD a través de un mayor número de estudios definidos por grupos de características sociodemográficas y clínicas determinadas. De este modo, la especificidad de la aplicación del HAD permitirá establecer normas de administración y baremación útiles según grupos concretos, siendo posible comparar y replicar resultados entre colectivos con características similares.

Para terminar, es pertinente recordar que al establecer puntos de corte diagnósticos en un instrumento, es importante decidir si son o no adecuados según el contexto de interés clínico o investigador. Así, podemos seleccionar un mayor o menor número de «casos probables» priorizando una mayor sensibilidad o especificidad del instrumento para identificarlos, y todo ello, teniendo presente el tratar de evitar riesgos clínicos mayores.

El artículo original en el que se basa este trabajo puede encontrarse en la revista Ansiedad y Estrés: Terol, M.C., López-Roig, S., Rodríguez-Marín, J., Martín-Aragón, M., Pastor, M. A., y Reig, M. T. (2007). Propiedades psicométricas de la Escala Hospitalaria de Ansiedad y Estrés (HAD) en población española. Ansiedad y Estrés, 13 (2-3), 163-176.

Sobre la autora:

Mª Carmen Terol Cantero es Doctora en Psicología y Profesora Titular de Escuela Universitaria en el Departamento de Psicología de la Salud de la Universidad Miguel Hernández. Mª Carmen Terol cuenta en su haber con un buen número de artículos en revistas científicas sobre temas propios de la Psicología Clínica y de la salud como evaluación en ansiedad y estrés, trastornos de la conducta alimentaria o enfermedades crónicas, entre otros.

 

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