PSIQUIATRAS RECONOCEN A EL MUNDO QUE LA ESCASEZ DE PSICÓLOGOS IMPIDE EL ACCESO AL TRATAMIENTO PSICOLÓGICO

16 Feb 2011

Bajo el título «La crisis aumenta el consumo de antidepresivos», El Mundo publicaba una noticia la pasada semana, en la que se abordan diferentes temas de gran interés para la psicología.

Por un lado, los datos evidencian cómo, desde que se inició la crisis económica hace ya dos años, el consumo de psicofármacos muestra una tendencia creciente. Concretamente, en esta noticia se informa de que, desde 2009, el consumo de antidepresivos se ha incrementado en un 10%, lo que ha supuesto un gasto económico de 85.671.868 euros. Esta misma tendencia parece haberse encontrado también para los fármacos ansiolíticos, aunque no se facilitan datos tan precisos. Es más, según este periódico, un aspecto relevante es que esta tendencia se ha producido en paralelo al agravamiento de la crisis, lo que, según se subraya en el texto original, podría explicarse por que los problemas económicos y laborales originados por la situación financiera actual suponen un aumento de la sintomatología de ansiedad, de bajo estado de ánimo e incrementan el nivel de estrés de los ciudadanos. Sin embargo, en esta noticia no se refleja que el número de personas afectadas podría ser aún mayor, si se tiene en cuenta que hay ciudadanos que, aún teniendo una situación económica y laboral estable, ante el incremento de la sensación de incertidumbre y de la percepción de riesgo, pueden también presentar estos síntomas.

Por otro lado, El Mundo trata de profundizar en el porqué de este desmesurado aumento del consumo de psicofármacos en la población española, consultando a diferentes especialistas en la materia como a José Ángel Arbesú (coordinador del Grupo de Salud Mental de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria – Semergen), quien afirma que éstos son, en realidad, fármacos de amplio espectro, es decir, no se recetan en función del problema concreto y diagnosticado que presenta la persona, sino que «sirven» para diferentes trastornos psicológicos o situaciones difíciles de la vida cotidiana, como, por ejemplo, abandonar el consumo de tabaco.Este hecho vuelve a poner de actualidad la tradicional polémica sobre el uso indiscriminado de los psicofármacos para problemas que podrían abordarse con tratamientos psicológicos que han demostrado, incluso, una eficacia superior al tratamiento médico. En consonancia con esto, se han manifestado tanto Jerónimo Saiz Ruiz (jefe del servicio de psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría) como José Ángel Arbesú, quien declara en El Mundo que «la escasez de psicólogos por número de habitantes en nuestro país impide que los enfermos puedan recurrir a estos especialistas».

Fuente:
El Mundo
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