LA REGULACIÓN DEL RÉGIMEN DE ACCESO A LA PROFESIÓN DE PSICÓLOGO EDUCATIVO ES UNA EXIGENCIA SOCIAL – ENTREVISTA A MARÍA PÉREZ SOLÍS, DIRECTORA DEL SERVICIO DE ORIENTACIÓN DE LA UCM

17 Jun 2011

Tal y como informó Infocop, el pasado 25 de mayo de 2011 fue rechazada, en el Congreso de los Diputados, la Proposición No de Ley sobre la inserción del psicólogo educativo en el sistema educativo español no universitario, con 16 votos a favor y 19 en contra.

Tras la defensa de la proposición, realizada por el portavoz del Partido Popular (PP), Juan Antonio Gómez Trinidad, intervinieron Mª Mercè Pigem i Palmés de Convergència i Unió (CiU) y Emilio Álvarez Villazán, en representación del PSOE, para rechazar dicha propuesta.

Con el objetivo de profundizar en los argumentos que esgrimieron cada uno de los Grupos Parlamentarios, así como de tratar otras cuestiones de actualidad que van a afectar a la situación de los equipos de orientación escolar, Infocop ha entrevistado a María Pérez Solís, directora del Servicio de Orientación de la Universidad Complutense de Madrid, experta en esta materia. 

 
María Pérez Solís

En el transcurso de la entrevista se hace referencia a tres documentos -la transcripción de la sesión plenaria en la que la Comisión de Educación y Deporte del Congreso de los Diputados debatió la inserción del psicólogo educativo en el Sistema Educativo Español no universitario; el borrador del Real Decreto, por el que se aprueba el Reglamento de ingreso, accesos y adquisición de nuevas especialidades en los cuerpos docentes a los que se refiere la actual Ley Orgánica de Educación (2/2006); y la propuesta de enmiendas al borrador del Estatuto del Funcionario Docente no universitario relativas a la Especialidad de Orientación Educativa y a los Servicios de Apoyo Educativo que, en el año 2009, realizaron el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos (COP) y la Conferencia de Decanos de Psicología-, se ofrece, a los lectores interesados, el enlace directo a estas fuentes:

  • Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados (Año 2011. IX Legislatura. Núm. 779). Comisión de Educación y Deporte. Sesión plenaria sobre la Inserción del Psicólogo Educativo en el Sistema Educativo Español No Universitario. Presentada por el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso. (Número de Expediente 161/002207). Sesión número 28, celebrada en miércoles 25 de mayo de 2011. Para consultarlo, pincha aquí.
  • Borrador del Real Decreto, por el que se aprueba el Reglamento de ingreso, accesos y adquisición de nuevas especialidades en los cuerpos docentes a que se refiere la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. Para consultarlo, pincha aquí.
  • Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos y Conferencia de Decanos de Psicología (julio de 2009). Propuesta de enmiendas al borrador del Estatuto del Funcionario Docente no universitario relativas a la Especialidad de Orientación Educativa y a los Servicios de Apoyo Educativo. Para consultarlo, pincha aquí.

ENTREVISTA

Independientemente del resultado obtenido tras la votación de la PNL sobre la inserción del psicólogo educativo en el sistema de enseñanza no universitaria, ¿qué opinión le merece la defensa realizada por el diputado del Grupo Popular, Juan Antonio Gómez Trinidad?

No puedo sino valorar muy positivamente, como sé que ya lo han hecho diversos profesionales y padres que han tenido ocasión de seguir el debate en diferido, la defensa que de esta iniciativa parlamentaria ha hecho el señor Gómez Trinidad. Sus argumentos son sólidos y ampliamente compartidos por padres, profesores, profesionales de la psicología y de la pedagogía y por la comunidad universitaria.

Permítame que analicemos brevemente algunos de los argumentos esgrimidos por Gómez Trinidad en la exposición de motivos. Nos referimos al fracaso escolar, el abandono prematuro de la escuela, la complejidad en problemáticas de las aulas y a una legislación que permite el acceso a funciones educativas de perfiles profesionales no idóneos.

Es un hecho hoy día, que las deficiencias en la formación de nuestros jóvenes les impide competir en condiciones de igualdad con el resto de los jóvenes europeos. Según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), el 49% de los españoles únicamente tiene estudios obligatorios y sólo el 22% ha alcanzado el nivel de Educación Secundaria, frente al 47% de UE y al 44% de la OCDE. Pero los desajustes del sistema educativo van mucho más allá del abandono prematuro de la escuela (el 31,9%). Desde hace décadas hemos asistido a una política educativa errática que favorece el promocionar sin saber, el repetir un curso en Educación Primaria y otro en Educación Secundaria o, extraordinariamente, dos, con independencia de las características del alumnado (discapacidad, situación de riesgo, compensación educativa, etc.), así como el tan valorado currículo único y ordinario, que, en la realidad, es sólo un referente, el punto de partida para el alumnado con plurideficiencias, dado que en la práctica con este tipo de alumnado se realizan adaptaciones curriculares extremas o lo que es lo mismo, se ha de seguir lo que tradicionalmente denominamos un currículo especial. Si a todo lo anterior se suma la creciente desvaloración del saber por parte de la sociedad -en la que los modelos que actualmente representan el éxito, el poder o la riqueza no son en su mayoría fruto del conocimiento, ni del esfuerzo ni, en definitiva, del buen hacer y del trabajo-, sino más bien del oportunismo, del amiguismo o de los bien organizados grupos de presión, cabe esperar que nuestros niños y jóvenes descubran la escasa instrumentalidad de la enseñanza y, por ello, unos se desorienten, otros se rebelen y la mayoría sucumba y se adapte, provocando en ellos insatisfacción, desinterés, abandono, pasotismo y, en definitiva, fracaso escolar.

Así mismo, compartimos con Gómez Trinidad, como expongo con más detalle en un artículo pendiente de publicación sobre «la paradoja del profesor orientador», que, en una escuela tan compleja como la actual, no cabe una intervención eficiente desde la pseudo-profesionalización. Por el contrario, se requiere de un equipo de profesionales que posea un cuerpo de conocimiento propio y un dominio cualificado de actuaciones prácticas. En definitiva, la exigencia de la profesionalización de todos los profesionales docentes y no docentes, como el psicólogo, que intervengan en contextos educativos. Sin ella, no es posible el logro de la calidad educativa. 

Precisamente, el Gobierno, a pesar o quizás por la proximidad de las elecciones generales, sigue legislando de espaldas a las necesidades y demandas de la sociedad. Está previsto que en los próximos meses se sancione un nuevo Real Decreto (RD) por el que se aprueba el Reglamento de ingreso, accesos y adquisición de nuevas especialidades en los cuerpos docentes a que se refiere la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. Con este nuevo RD, si se aprobase tal y como aparece en el borrador, se materializa la pseudo-profesionalización (art. 13 del borrador del RD) dado que, cualquier graduado, licenciado, ingeniero, arquitecto u otros títulos equivalentes a efectos de docencia, podrá acceder a las distintas especialidades, entre ellas la de orientación educativa, después de haber cursado el Máster de Formación del Profesorado.

Por supuesto, el Ministerio de Educación (MEC) conoce, desde hace algunos años, lo que en relación con el acceso a las plazas de la especialidad de orientación educativa, consideran la Conferencia de Decanos de Psicología y el Consejo de Colegios Oficiales de Psicólogos de España (COP). Esta propuesta, que a continuación les reproduzco en lo referente al acceso en su literalidad, forma parte de una propuesta más amplia que se hizo en su día para la mejora del borrador del Estatuto Docente presentado por el MEC:

«Tanto para el acceso a los Departamentos de Orientación e Intervención Psicológica y Pedagógica, en los distintos niveles educativos no universitarios, como para el acceso a los Servicios Técnicos de Apoyo Psicológico y Pedagógico se requerirá:

  • La Licenciatura o Grado en Psicología, o la Licenciatura o Grado en Pedagogía
  • El Máster en Psicología Educativa o Máster en Pedagogía
  • Haber superado el proceso selectivo del pertinente concurso oposición.

Así mismo, en el caso de los Psicólogos y Pedagogos pertenecientes a los Servicios Técnicos de Apoyo Psicológico y Pedagógico se requerirá además:

  • Al menos cinco años de experiencia profesional como Psicólogo o Pedagogo en los Departamentos de Orientación e Intervención Psicológica y Pedagógica o puesto público similar de Psicólogo o Pedagogo.
  • Y el haber superado el correspondiente concurso de méritos

Finalmente, como indica Gómez Trinidad, la iniciativa surge de la propia sociedad y su finalidad no es otra que la de reforzar el carácter profesional específico de psicólogos educativos y de pedagogos.

Tras la intervención del diputado J. A. Gómez Trinidad, intervino Mª Mercè Pigem i Palmés de Convergència i Unió, quien señaló las razones por las que su partido no apoya la propuesta presentada por el PP. ¿Podría indicarnos cuáles fueron estos argumentos y si, desde su punto de vista y como experta en el área, tiene algo que señalar al respecto?

Efectivamente, Convergència i Unió se abstuvo a pesar de manifestar que compartían los objetivos de la iniciativa presentada por el Grupo Popular.

Es comprensible dada la tendencia de determinados grupos políticos en la defensa de localismos frente a proyectos comunes, aunque, a veces y quizás por razones económicas, nos veamos sorprendidos con peticiones, como la de Duran i Lleida, de un pacto de Estado para salvar el sistema sanitario. ¿Y por qué no un pacto de Estado para salvar la educación?

Con frecuencia, los formadores, los usuarios y los profesionales de la educación nos preguntamos ¿hacia dónde va la educación y, por ende, la orientación educativa en España? ¿Dónde está el límite entre las competencias del Gobierno Central y de las distintas Autonomías? ¿El derecho a la orientación lo disfrutan, hoy día, por igual todos los españoles o hay una orientación de primera, segunda o tercera categoría? Y, finalmente, ¿cuántos modelos de orientación habrá en el futuro en España?

La descentralización de la orientación en las diferentes comunidades autónomas hubiera podido ser eficaz y útil si los responsables de las distintas Administraciones Educativas hubieran tenido una mayor conciencia de la dimensión nacional y europea en la prestación de los servicios de orientación y si el MEC hubiera sido capaz de establecer unas directrices en la estructura organizativa y funcional de estos servicios que garantizaran el derecho a la orientación de todos los españoles y permitieran niveles de calidad igual en las distintas comunidades. Pero, lamentablemente, esto no ha ocurrido y, es más, allí donde el MEC tiene competencia en educación, como en Ceuta y en Melilla, la actual ordenación de la orientación educativa carece de una estructura organizativa que permita su vertebración en las distintas etapas educativas y en su composición y funciones, no garantiza el asesoramiento ni el apoyo técnico que necesita la comunidad educativa. Además, carece de un modelo que de coherencia a su intervención y cumpla con sus objetivos.  

Pero, centrándonos en el debate de la PNL objeto de esta entrevista, debo señalar que, desde el aprecio que me merece la señora Pigem i Palmés, me han decepcionado profundamente los argumentos esgrimidos para justificar su abstención por su inconsistencia.

Por supuesto, el acuerdo en el que se apoya la PNL nunca ha pretendido excluir a otros especialistas de estos servicios y prueba de ello es el acuerdo firmado con la Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España (COPOE), que lo que, en realidad, pretende es garantizar las cualificación profesional de sus integrantes y evitar el intrusismo profesional.

En nuestra opinión, esta cualificación profesional, no la garantiza el Máster de Psicología Educativa al que hace referencia Pigem, dado que no responde en sus contenidos a lo que en el marco europeo de cualificaciones para la educación superior se considera un máster profesionalizante y cuya finalidad es la adquisición de una formación avanzada. Contenidos como los de psicología evolutiva, los cursa el alumnado en el inicio de la carrera. Si en este Máster al que hace referencia Pigem se cursa, es debido a que a estos másteres acceden alumnos de distintos ámbitos científicos (sociología, lingüística, antropología social y cultural, comunicación audiovisual, etc.). En definitiva, alumnos sin una formación básica en psicología, por lo que corremos el riesgo que se obtengan titulaciones que no garanticen la adecuada cualificación profesional.

En síntesis, como en la mayoría de los países de Europa, entendemos que en España, la especialización se ha de apoyar en una sólida formación inicial, fundamental y básica, acorde en su contenido con su ámbito científico o profesional.

Del mismo modo, Pigem dice: «no compartimos las funciones concretas y literales que se especifica que deben tener estos profesionales…. porque a nuestro juicio, tienen un perfil excesivamente clínico». Nada más lejos de la realidad. En concreto, la evaluación diagnóstica (que se lleva a cabo en distintos ámbitos, clínico, forense, social y, cómo no, educativo) es una de las funciones más demandadas a estos profesionales por la comunidad educativa y, sin ella, no sería posible hacer propuestas de intervención ajustadas a las necesidades del alumnado y del contexto, determinar la modalidad educativa más adecuada, su escolarización en un tipo u otro de centro o determinar los recursos específicos que requiere para hacer frente a sus handicaps. En definitiva, la escuela, sin esta colaboración del experto, no podría cumplir con su función de atención a la diversidad. Por supuesto, las funciones del psicólogo educativo son mucho más amplias que las que aparecen en el citado acuerdo y, dado que es objeto de debate, conviene que especifiquemos un poco más. El psicólogo educativo también ejerce, entre otras, las siguientes funciones:

a. Asesorar, asistir y dar consejo a individuos, grupos e instituciones, a partir de los conocimientos especializados, que, como psicólogos, poseen.

b. Mediar entre dos o más contextos, instituciones, grupos o personas, con el fin de llegar a acuerdos.

c. Orientar a las personas a lo largo del ciclo vital, en los aspectos psicológicos, personal y profesional.

d. Intervenir en los distintos contextos: escolar, familiar, medios comunitarios, etc.

e. Recoger, analizar y valorar información relevante sobre los diversos elementos que intervienen en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

f. Realizar la evaluación y el diagnóstico psicológico, elaborar informes u orientar una propuesta de intervención.

g. Prevención y detección precoz de problemas de salud mental y su derivación y seguimiento.

h. Mediar en la modificación de aquellas circunstancias del contexto generadoras de problemas, así como dotar a los individuos de las adecuadas competencias para que puedan afrontar con éxito las situaciones problemáticas.

i. Intervenir desde un enfoque sistémico o global, desde el que se aborda no sólo al sujeto sino también el contexto socio-familiar y escolar.

j. Colaborar en el proceso de ayuda para promover el desarrollo integral del potencial de cada persona.

k. Diseñar, planificar y seleccionar técnicas y recursos de intervención e investigación.

l. Responder a las demandas de las instituciones y de la Administración educativa, relativas a informes y dictámenes, especialmente aquellos referidos a los alumnos con necesidades educativas específicas.

Finalmente, intervino Emilio Álvarez Villazán, en representación del PSOE, rechazando también la propuesta presentada. ¿Cuál es su opinión respecto a los argumentos ofrecidos por este partido?

Debemos empezar por mencionar la incoherencia del Grupo Socialista cuando, en esta misma Comisión, proponen para el mundo del deporte lo que niegan a la educación. En concreto, han presentado la iniciativa por la que se insta al gobierno a desarrollar la Ley sobre las profesiones del deporte. En su defensa, el señor Méndez dice textualmente: «…igual que no pondríamos nuestra salud en manos de profesionales sanitarios poco cualificados o, mejor dicho, sin titulación, tampoco parece de recibo que pongamos nuestra salud futura y presente en manos de personas que no tienen formación específica para ello».

Pero, al parecer, para el Grupo Socialista la salud psíquica de nuestros niños y jóvenes sí puede estar en manos de profesionales sin la debida cualificación profesional. Entendemos el profundo malestar de aquellos padres con hijos discapacitados que han podido seguir este debate.

Desde nuestro punto de vista, la regulación del régimen de acceso a la profesión de psicólogo educativo es una exigencia derivada de las previsiones constitucionales y la interpretación que el Tribunal Constitucional ha efectuado principalmente de los artículos 35, 36 y 149.1.30ª de la Constitución Española (CE), por la que serán profesiones reguladas aquellas actividades profesionales en cuyo desarrollo puedan verse implicados intereses públicos o generales y en las que exista una relación determinante entre la titulación exigida y la especificidad de la actividad a realizar, determinadas por la intervención del Legislador.

En relación con los argumentos aportados por el señor Álvarez Villazán para votar en contra de la iniciativa del Grupo Popular, no encontramos en ninguno de sus argumentos razón que lo justifique. Permítame, porque es bastante ilustrativo que, una vez más, cite palabras textuales, en este caso de Álvarez-Villazán, dirigidas a Gómez Trinidad:

«… usted dice que la sociedad verá quién defiende los intereses corporativistas y quién defiende los intereses generales, y ustedes en absoluto están defendiendo aquí intereses generales, pero es que quizá están olvidando que la orientación educativa incluye también no solamente la orientación psicológica, sino orientación y asesoramiento personal, académico y profesional, y ahí es quizá donde se han liado ustedes a la hora de presentar esta proposición».

Por supuesto que esta iniciativa parlamentaria, como bien sabe el Grupo Socialista, cuenta con el apoyo de padres, profesores, directores de centros, psicólogos, pedagogos, estudiantes universitarios, académicos y colegios profesionales,¿acaso cabe más consenso? Y, por otro lado, permítame que aclare al señor Álvarez Villazán que la orientación educativa, como «ciencia de la acción» y como «profesión«, incluye diversas áreas de intervención: orientación intercultural, orientación en los procesos de enseñanza-aprendizaje, orientación para el desarrollo de la carrera profesional, orientación para la prevención y orientación para el desarrollo. De la intervención en todas estas áreas, derivan una serie de funciones genéricas, específicas y procesuales que desarrollan los profesionales de la psicología y de la pedagogía.

Comparto con Álvarez que, con la LOGSE, la orientación educativa logra un importante avance al establecer un modelo organizativo y funcional estructurado en tres niveles de intervención: de aula, a través de la acción tutorial; de centro, a través de los departamentos de orientación; y del sistema escolar, a través de los profesionales de los Equipos Psicopedagógicos que prestan el asesoramiento y el apoyo técnico a la institución escolar en su conjunto. Desde este modelo organizativo, se entiende que, aunque la orientación es responsabilidad de todo profesional de la educación, precisa, por su complejidad, de un apoyo especializado como el que proporcionan los psicólogos y los pedagogos.

En la actualidad, con el desarrollo de la LOE, se produce un grave retroceso, no sólo a nivel organizativo sino también a nivel profesional, situándonos a épocas preconstitucionales en la que, en lugar de especialistas en psicología y en pedagogía que colaboraban con los docentes, lo que tenemos es «profesores orientadores».

El MEC ya conoce la propuesta que desde la Conferencia de Decanos de Psicología y desde el Consejo de Colegios Profesionales de Psicólogos, se hizo en su día para mejorar la estructura organizativa y funcional de los Servicios de Orientación. Se configurarían del siguiente modo:

a. Servicios Técnicos de Apoyo Psicológico y Pedagógico. Estos servicios técnicos son de apoyo externo, tienen un carácter multidisciplinar, su ámbito de intervención será por distritos o sectores educativos y atenderá las distintas etapas educativas no universitarias.

b. Departamentos de Orientación e Intervención Psicológica y Pedagógica. Estos Departamentos tienen como finalidad prestar el apoyo interno dentro de los centros y habrá uno por cada centro educativo.

Así mismo, la coordinación de estos servicios en los distintos ámbitos y etapas evolutivas debe ser realizada por expertos en orientación, creando un organismo que planifique, supervise y vertebre la orientación en cada comunidad y a nivel nacional.

Finalmente, lamentamos que el Partido Socialista no vea la necesidad de un Máster específico en Psicología Educativa. En países de nuestro entorno como Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Irlanda o Grecia, la competencia para el ejercicio profesional en distintos campos de la psicología, la otorga el máster, que se cursará si previamente se ha obtenido el Grado en Psicología.

Ahora que se ha rechazado esta Proposición No de Ley en el Congreso, ¿cuáles son los próximos pasos que van a dar desde la comunidad educativa que reclama la cualificación de la orientación escolar?

Como indicamos con anterioridad, la regulación del régimen de acceso a la profesión de psicólogo educativo es una exigencia social que hay que alcanzar y, en consecuencia, seguiremos trabajando hasta lograrlo. Es evidente que la razón nos asiste y que la sociedad lo requiere, por ello debemos hacer un esfuerzo para que nuestra clase política entienda que desde la pseudo-profesionalización no se mejora la calidad educativa.

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