La importancia de recuperarse del trabajo

27 Nov 2012

Valeria Colombo y Eva Cifre Gallego
Universitat Jaume I Castellón

Trabajar implica invertir esfuerzo físico y/o mental; esfuerzo que invertido repetidamente o sostenidamente se traduce en altos niveles de fatiga y estrés por el que requerimos un descanso para reponer las energías agotadas. Trabajar hasta el agotamiento físico o psíquico puede desencadenar en problemas crónicos de salud (estrés, enfermedades cardiovasculares) y en problemas laborales (absentismo por enfermedad, accidentes laborales, bajo desempeño, alta rotación de empleados y conflictos interpersonales, entre otros). El cuerpo y la mente son los primeros en enviarnos señales del cansancio acumulado, suponiendo la recuperación una necesidad inherente de nuestra capacidad limitada como seres humanos.

Cuando hablamos de recuperación del estrés, nos referimos a descansar de los factores que generan dicho estrés. Recuperarse puede entenderse como un proceso positivo que disminuye las consecuencias negativas de la fatiga. Desde una perspectiva fisiológica, el descanso del trabajo, reduce y previene la acumulación de agotamiento y estrés que conduce al deterioro de la salud. Desde una perspectiva psicológica, restaura nuestros recursos y energías preparándonos para las actuales o nuevas demandas laborales.

Podemos encontrar oportunidades para recuperarnos tanto dentro como fuera del trabajo. Los descansos formales e informales durante la jornada laboral, las horas después del trabajo, los fines de semana, o las vacaciones, son algunos ejemplos. Sin embargo, no todo el tiempo fuera del trabajo puede ser equiparable a «tiempo libre» o tiempo de ocio, ya que este tiempo puede no estar completamente abocado a la recuperación de recursos y energía invertido durante el trabajo. Por un lado, las personas destinan una porción sustancial de su tiempo libre en dormir, comer o en higiene personal. Por otro lado, actividades como tareas domésticas, cuidado de niños y tareas vinculadas al trabajo, consumen recursos similares a los ya invertidos durante la jornada laboral inhibiendo las posibilidades de recuperación.

Investigaciones al respecto, han identificado las actividades más típicas del tiempo de ocio que son potencialmente más propicias para recuperarse. Las actividades de bajo esfuerzo como ver televisión, leer una revista o simplemente relajarse en un sofá, son actividades pasivas, poco o nada demandantes que facilitan al sistema fisiológico volver a su nivel pre-estrés y recuperarse. Las actividades sociales, como asistir a una fiesta, reunirse con amigos, o conocer personas nuevas, promueven la recuperación porque no solo no se demandan recursos similares a los invertidos durante el trabajo, sino que también ofrecen la oportunidad de apoyo social. Las actividades físicas estimulan los procesos fisiológicos y psicológicos, que mejoran no sólo la salud física del individuo, sino también la salud mental (e.g., el estado de ánimo positivo). Las actividades que implican retos cognitivos, son las emprendidas por trabajadores con tecnologías de información y comunicación (TICs). Éstas hacen referencias a aquellas actividades que utilizan recursos cognitivos vinculados a la búsqueda de retos y de oportunidades de aprendizaje (Colombo, Cifre y Salanova, 2011). Ejemplos de estas actividades son desarrollar programas informáticos (juegos, software), jugar videojuegos y/o de ordenador, asistir de formación o capacitación (aprender un nuevo idioma y/o habilidad).

Estas actividades se denominan de recuperación porque en ellas subyacen experiencias que facilitan la recuperación, como la relajación, desconectar de los estresores laborales, la búsqueda de retos y el control de tiempo libre. Son estas experiencias de recuperación las verdaderas protagonistas del éxito del proceso de recuperación, las que nos alejan físicamente y mentalmente de los estresores y nos ayudan a generar recursos y energía. Por eso, cuando nuestra recuperación es exitosa, nos sentimos con ánimo y fuerzas para empezar o continuar con nuestra jornada laboral. 

Es por todo esto, que incorporar la recuperación del trabajo resulta de interés científico y social por sus implicaciones teóricas y prácticas. Desde una perspectiva teórica, podemos ampliar los modelos actuales de salud ocupacional incorporando la recuperación como un factor antecedente, mediador y/o resultado, pudiendo así tener un papel clave en la creación de espirales de bienestar.

Desde una perspectiva práctica, como psicólogos, tenemos un papel fundamental incorporando la recuperación en la prevención de los riesgos psicosociales. En este sentido, a nivel individual y clínico podemos identificar no solo los factores de riesgo que acompañan a una recuperación deficiente de una persona, sino también sus oportunidades de recuperación, durante y después de su jornada laboral, así como también a encontrar sus preferencias personales en actividades que les generen experiencias de recuperación.

A nivel organizacional, como promotores de la salud podemos basarnos en la evidencia científica para generar conciencia en gerentes y directores sobre la importancia del tiempo de descanso fuera y dentro del trabajo para el mantenimiento del bienestar laboral de sus empleados. Asimismo, podemos elaborar estrategias orientadas al (re)diseño de los tiempos y espacios de descansos, propuestas de actividades de recuperación dentro de las organizaciones, políticas y pautas para las posibles horas extras, para el trabajo y la disponibilidad (vía teléfono o e-mail) fuera del horario laboral.

Recientemente, se ha publicado en la revista Papeles del Psicólogo (2012, Volumen 33, Número 2) una revisión de la literatura científica de esta temática en la que se anima, no solo en el campo de la psicología, sino también en distintos contextos y especialidades, a continuar estudiando e indagando en los procesos de recuperación del trabajo que promuevan que las personas puedan conseguir ese tan ansiado estado de completo bienestar psicológico, físico y social.

El trabajo completo en el que se basa este artículo puede encontrarse en Papeles del Psicólogo:

Colombo, V. y Cifre, E. (2012). La importancia de recuperarse del trabajo: Una revision del dónde, cómo y por qué. Papeles del Psicólogo, Vol 33 (2), 129-137.

Referencias:

Colombo, V., Cifre, E. y Salanova, M. (Mayo, 2011) Can Information and Communication Technology workers can recover although…? Presentado en la conferencia de European Association of Work and Organizational Psychology, Maastricht, Holanda.

Sobre las autoras:

 

 

 

Valeria Colombo es personal investigador del Equipo WoNT Prevenció Psicosocial de la Universitat Jaume I de Castellón. Es Máster en Psicología del Trabajo, de las Organizaciones y en Recursos Humanos. Sus intereses se centran en las áreas de psicología ocupacional positiva, salud en el trabajo y recuperación en el trabajo.

Eva Cifre es profesora Titular de Psicología Social de la Universitat Jaume I de Castellón, compaginando en la actualidad sus tareas docentes e investigadoras en esta área con su labor como Secretaria de la Facultad de Ciencias de la Salud. Sus publicaciones se centran en el estudio de la salud psicosocial del trabajador/a (bienestar psicosocial, flow, engagement) y en las estrategias organizacionales que la fomentan (recuperación, conciliación, teletrabajo).

PSICOLOGÍA EN RED


LOS COLEGIOS HABLAN

MÁS NOTICIAS