UTILIDAD DEL PERFIL DE ATENCIÓN Y DEL CUESTIONARIO TDAH EN NIÑOS CON TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD O TRASTORNOS DEL APRENDIZAJE

3 Mar 2006

En el volumen 36 de septiembre del 2005 del Anuario de Psicología, aparece un artículo publicado bajo el título «Utilidad diagnóstica del Cuestionario TDAH y del Perfil de atención para discriminar entre niños con Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, Trastornos del aprendizaje y controles». Infocop on-line se ha interesado por dicho artículo y le ha pedido a uno de sus autores que hiciera un breve resumen del mismo. 

Juan Antonio Amador Campos es profesor titular de Evaluación Psicológica en la Universidad de Barcelona y especialista en evaluación y diagnóstico infantil y del adolescente.

Juan Antonio Amador Campos

El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es una de las alteraciones psicopatológicas más frecuentes en la infancia y la adolescencia. La prevalencia del TDAH se estima entre un 3% y un 6% [ American Psychiatric Association (APA), 2002] . La evaluación de los síntomas y conductas asociadas al TDAH se puede hacer utilizando dos enfoques: categorial o dimensional.

En el enfoque categorial, como el que se recoge en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, DSM-IV-TR (APA, 2002), el diagnóstico requiere un número determinado de síntomas, una edad de inicio de la sintomatología, una duración de la presencia de los síntomas, y un cierto grado de deterioro del funcionamiento de la actividad social, académica o laboral. En el enfoque dimensional se considera que hay un continuum entre normalidad y patología, y que la alteración es una desviación de la normalidad. La utilización conjunta de ambos enfoques es una práctica cada vez más habitual en el proceso diagnóstico del TDAH. En los últimos años se han elaborado cuestionarios que han incorporado entre sus ítems los síntomas del TDAH que se recogen en el DSM-IV: por ejemplo, las Escalas de Conners revisadas (Conners, 1997) o el SNAP-IV Teacher and Parent Ratings Scale (Swanson, 2003). También se han desarrollado cuestionarios que únicamente recogen los síntomas del DSM-IV (Amador, Forns, Martorell, Guàrdia y Peró, 2005; DuPaul, Anastopoulos, Power, Reid, Ikeda y McGoey, 1998; DuPaul, Power, Anastopoulos, Reid, McGoey e Ikeda,1997).

Es muy frecuente que padres y profesores completen cuestionarios que valoran los síntomas y conductas asociadas al TDAH durante el proceso de evaluación psicológica. La información que proporcionan profesores y padres es necesaria, y muy útil, para el diagnóstico del TDAH. Los cuestionarios de valoración del comportamiento son los instrumentos más utilizados para recoger esta información ya que son de fácil administración, económicos, en cuanto al tiempo necesario para su corrección e interpretación, y permiten recoger información de un amplio abanico de síntomas y conductas, además de las características del TDAH. Para que estos cuestionarios sean útiles han de estar adaptados al contexto en el que se realiza la evaluación, contar con un grupo de referencia, de la misma edad y sexo de la persona evaluada, lo que permite comparar la frecuencia e intensidad de los síntomas y conductas alteradas presentes, y tener una validez y fiabilidad adecuadas. Nuestro equipo ha presentado recientemente la estructura factorial, la validez, la fiabilidad y los datos descriptivos de dos cuestionarios de valoración de síntomas y conductas asociadas al TDAH y a los problemas de aprendizaje, en niños de educación infantil y primaria: el Perfil de Atención (Achenbach, 1991 a y b) y el Cuestionario TDAH (Amador et al., 2005, Amador, Forns, Guàrdia y Peró, 2005, en prensa).

Estos dos cuestionarios los hemos utilizado en una investigación en la que se ha analizado la utilidad de la información que proporcionan profesores y padres para clasificar correctamente a niños diagnosticados de TDAH, tipo combinado, Trastornos del aprendizaje (TA) o controles, sin ningún trastorno. Padres y profesores de 126 participantes (86 niños y 40 niñas): 42 con TDAH tipo combinado, 21 con TA y 63 controles, con edades comprendidas entre los 4 y los 12 años, completaron el Perfil de Atención y el Cuestionario TDAH. Encontramos que, según profesores y padres, los niños con TDAH o TA presentan más síntomas de desatención e hiperactividad-impulsividad que los del grupo de control; el grupo con TDAH presenta más síntomas de hiperactividad-impulsividad que el grupo con TA, tanto si la información la proporcionan los padres como si lo hacen los profesores. En cuanto a los síntomas y conductas de desatención, los padres adjudican más síntomas a los participantes con TDAH que a los que tienen TA; los profesores consideran que la frecuencia e intensidad de los síntomas y conductas de desatención son equivalentes en ambos grupos.

Los datos que obtuvimos en este trabajo han puesto de manifiesto que la información de padres y profesores tiene una utilidad equivalente para diferenciar entre participantes de los grupos clínico (con diagnóstico de TDAH o TA) y de control. También encontramos, igual que en otros trabajos anteriores, que es frecuente encontrar discrepancias entre la información que proporcionan profesores y padres. Sin embargo, esto no significa que la información sea inexacta o que adolezca de fiabilidad o de validez. Profesores y padres interactúan con sus alumnos e hijos en situaciones y contextos diferentes; sus apreciaciones pueden reflejar tanto la conducta habitual del niño, que puede cambiar según las demandas de la situación, como las percepciones del adulto, que pueden estar influidas por errores de apreciación. También se ha de tener en cuenta que los profesores pueden estar más acostumbrados a valorar las conductas que son normativas, o propias de una determinada edad, por lo que su apreciación puede ser más exacta para la clasificación diagnóstica. Así, un grado de acuerdo moderado o bajo es la norma, y no la excepción, cuando se analiza la congruencia de la información proporcionada por padres y profesores. Dado que la información que proviene de ambos informantes es necesaria e imprescindible para establecer el diagnóstico de TDAH, es necesario tenerla en cuenta y analizar la contribución de cada informante. Nuestros datos sugieren que tanto el Cuestionario TDAH como el Perfil de Atención pueden servir como instrumentos de screening para identificar casos que posiblemente cumplan criterios diagnósticos del DSM-IV para el TDAH.

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