DIFERENCIAS DE GÉNERO Y ATRIBUCIONES DE LA VIOLENCIA DOMÉSTICA

17 Jul 2006

Inmaculada Valor Segura y Francisca Expósito

Universidad de Granada

La violencia, en sus múltiples formas, se ha convertido en una característica central de nuestra cultura y en este sentido, cada día oímos noticias que reflejan el embrutecimiento progresivo de la sociedad actual. Pero lo más alarmante es el hecho de que esta situación se repite con la misma tendencia en muchos de los hogares considerados, desde siempre, como refugio y principal fuente de bienestar para sus integrantes; convirtiéndose, en muchos casos, en cárceles del terror.

 

La incidencia de mujeres víctimas de violencia ejercida por su pareja o expareja ha tenido un incremento alarmante en los últimos años, aumentando en un 129,96% entre el año 1999 y el 2003 (cifras recogidas por el Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia a partir de datos del Ministerio del Interior y del Instituto de la Mujer).

De acuerdo con los cambios sociales acontecidos en las últimas décadas, parece poco probable que las personas sean capaces de reconocer públicamente o explícitamente que una situación de agresión a la mujer pueda estar legitimada o justificada.

El objetivo fundamental de este trabajo fue, por tanto, analizar la relación existente entre el sexismo y otras variables ideológicas (religiosidad, creencias en el mundo justo y cultura del honor) con las actitudes hacia la violencia doméstica. El propósito de nuestra investigación consistió en examinar la reacción social que suscita la violencia en el seno doméstico y reflexionar acerca de los niveles de tolerancia que nuestra sociedad mantiene ante esta problemática. Por otra parte, se pretendió extraer algunas implicaciones que pudieran ser de utilidad para la reducción de los niveles intolerablemente altos de esta violencia que caracteriza a nuestra sociedad actual.

La muestra, extraída de la población general, estaba compuesta por 702 participantes, con edades comprendidas entre los 11 y los 82 años, con una media de 27 años. Todos los y las integrantes de la muestra ccontestaron una batería de cuestionarios que medían las variables de interés.

Para esta investigación, se construyó un instrumento que incluía las siguientes medidas: Características sociodemográficas (sexo, edad, nivel de estudios, situación laboral y grado de religiosidad), trascripción de un episodio real de una llamada realizada por una mujer a un teléfono de atención a víctimas, listado de ítems sobre actitudes hacia el episodio de agresión contra la mujer, y otras medidas de carácter ideológico como el Inventario sobre Sexismo Ambivalente de Glick y Fiske, (1996) y validado por Expósito, Moya y Glick, (1998).

En cuanto al procedimiento seguido, cada participante accedió a contestar voluntariamente la batería de cuestionarios antes mencionada de manera individual, a petición del personal colaborador. De cualquier manera, se les garantizaba la confidencialidad absoluta en el manejo de los datos.

 

Los resultados confirman la relación significativa existente entre sexismo y otras variables ideológicas (creencias en el mundo justo, cultura del honor y religiosidad), así como la influencia de tales creencias en las actitudes hacia un episodio agresivo de violencia doméstica. Los resultados hallados parecen apuntar que las personas con puntuaciones más altas en ideología de género (sexismo) legitiman en mayor medida un episodio de violencia doméstica.

Los resultados mostraron diferencias de género en todas las medidas analizadas. En general, las mujeres presentaron más reacciones negativas ante los episodios de violencia descritos, considerando la situación como más grave. Los hombres, por el contrario, atribuyeron menor credibilidad a la víctima y mostraron una tendencia mayor a justificar la agresión.

Estos datos sugieren que las percepciones negativas del maltrato mantenidas hacia las mujeres por parte de los hombres procedían, en general, de actitudes más negativas hacia las mujeres como grupo; mientras que las mujeres, fueron menos proclives a culpar a las víctimas de provocar la situación. Una posible explicación a estas diferencias podría encontrarse en el hecho de que las mujeres tengan actitudes más favorables hacia las víctimas, siendo más probable que se perciban así mismas como potenciales víctimas.

Debido a la gran relevancia que el tema de la violencia doméstica tiene en la actualidad y al ascenso en el número de casos que se ha experimentado en los últimos años, la presente investigación pretende tener, principalmente, una utilidad práctica. Este carácter práctico viene dado por el conocimiento y la comprensión de factores que pueden ejercer una poderosa influencia en las actitudes hacia la violencia contra las mujeres.

Un estudio de estas variables tiene como fin último aproximarse al entramado de factores que pueden estar influyendo en las situaciones de violencia doméstica, así como en la valoración y justificación que se hagan de las mismas. Si se conocen estos factores influyentes, entonces, la dirección de las medidas preventivas que se pongan en marchan irán mejor orientadas.

Las estrategias de prevención podrían ir encaminadas hacia una intervención sobre las actitudes sexistas y valores y creencias que refuerzan la violencia del hombre, pero sin duda, también deben ir encaminadas a modificar determinadas creencias muy asentadas en una sociedad como la nuestra y que son igualmente asumidas por las propias mujeres, víctimas potenciales de este tipo de violencia.

Nuestro compromiso con esta problemática es fuerte, y por eso, consideramos necesario el diseño y la puesta en marcha de investigaciones futuras en las que se deba incidir en la influencia cultural sobre las actitudes hacia la violencia contra las mujeres.

Bibliografía

Expósito, F., Moya, M. y Glick, P. (1998). Sexismo ambivalente: medición y correlatos. Revista de Psicología Social, 13, 159-170.

Glick, P. y Fiske, S. T. (1996). The Ambivalent Sexism Inventory: Differentianing hostile and benevolent sexism. Journal of personality and social Psychology, 70, 491-512.

Sobre las autoras:

Inmaculada Valor Segura es Licenciada en Psicología por la Universidad de Granada y doctoranda en la misma universidad. Es miembro del grupo de investigación «Discriminación y estigma: aspectos psicosociales», del Departamento de Psicología Social y Metodología de las Ciencias de la Universidad de Granada. Sus áreas de investigación la violencia de género, la prostitución y el voluntariado.

 

Francisca Expósito Jiménez es docente e investigadora del Departamento de Psicología Social y Metodología de las Ciencias de la Universidad de Granada. Así mismo, es directora de la línea de investigación «Discriminación y estigma: aspectos psicosociales», en la que se ha realizado este estudio. Una de sus principales líneas de investigación se centra en las diferencias de género y la violencia doméstica.

Esta investigación ha sido distinguida con el premio Juan Huarte de San Juan de Psicología Aplicada, en su V edición, otorgado por el Ilustre Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucía Oriental (COPAO).

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